Sobre la piel elegida,
el beso,
la sonrisa
verticalizada
abriendo sus labios
frente al espejo.
Tenue, caricia,
insomne,
anhelante
como el leve aleteo
de la mano que se eleva
hacia el paraíso
de holandas.
Abierta puerta,
bruma dorada,
famélica entrega
partiendo en silencio
abismos de negritud
latidos de estrella
y requiebros del alma
que gime
que entrega
que comparte
que siente
que vive
que se quema
y prende fuego
y se evapora
y se diluye
y se fermenta
para nacer
al morir,
y matar
y escribir
destello fugaz, el destino,
de amor herida,
sobre la piel elegida.
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